.- "Trabajo en un call center", es la repuesta de una de ellas, cuando su familia le pregunta por su empleo. Lo que la misteriosa joven no ha precisado es que se dedica a ofrecer sexo virtual por chat y en video por Internet, actividad que reconoce le ayuda a pagar sus estudios y es bastante más seguro que comparado con la prostitución del contacto físico.
"Todo lo que hacemos es un juego con el cliente", relataron estas ciber escort, al diario bonaerense El Clarín.
La paga es bastante buena, con unos 4.500 de la moneda argentina por unas seis horas diarias al mes, lo que equivale aproximadamente a $ 800 mil pesos chilenos.
"Buscaba un trabajo con horarios flexibles, para seguir con mis estudios de odontología. Y en esto se gana muy bien", dice Gia, de 21 años.
Todas estas mujeres que trabajan para ir a la universidad o mantener a sus hijos juran que jamás harían algo así si no fuera virtual. Ninguna piensa que esté enredada en el negocio de la prostitución.
Según Clarín hay unas 150 "oficinas" de este tipo que operan en Buenos Aires, cuyos principales clientes están en Europa.
Ahí cada chica trabaja en un box cubierto, cada uno con su computador, donde dependiendo de quien esté de turno, se cumplen los deseos de los clientes.
Eduardo Dieguez está a cargo de la empresa Red Rabbit Studio Films, sucursal de la española YolaTranx Producciones.
"La empresa va a cumplir diez años, y en Argentina estamos desde 2001, porque nos dimos cuenta de que los costos eran inferiores en Buenos Aires. Hoy en día tenemos diez estudios acá, desde donde se emite el videochat", afirmó.
En Córdoba también hay varias de estas empresas. "Nuestros clientes son de Europa y también de Estados Unidos. Pueden ver a las chicas por la computadora o por celular. Las tarifas son 3 dólares o 2 euros el minuto. Es un muy buen negocio, nos va muy bien", dijo otro ciber empresario, Cristián Sassi.
"Pero esto es lo que está de moda ahora, es el negocio de hoy. Y yo le digo a los chicos que es un buen trabajo, no es cansador, se gana bien y es muy seguro", agregó.
Como los clientes son extranjeros, las chicas tampoco temen ser reconocidas.
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