JÓVENES REVOLUCIONARIOSEn tiempos de política ambigua, quien suscribe, joven revolucionario, expresa la clara postura de su colectivo: rotundo rechazo hacia las plagas del capitalismo. En efecto, luchamos por el derecho a una vida sana, exenta de medios de comunicación nocivos, fetichismo, modas idiotizantes, tintes, silicón y fiebre por los "shopping center" (centros comerciales), pues son todos instrumentos del capitalismo para inyectar antivalores a las masas juveniles y convertirlas en legiones de maniquíes con destino al lumpen de la sociedad.
Frente a la decadencia, concentramos nuestros mejores esfuerzos por la creación del hombre nuevo: un individuo armónico, libre y avanzado en todas sus facetas, que sea un trabajador instruido en la producción de bienes en colectivo, que asimile el precepto de que cada cual percibe las riquezas de lo que trabaja y conciba la creación de bienes espirituales y materiales como valores al servicio de la humanidad.
La realización de tal obra constituye la misión de nuestra existencia, por ello procuramos establecer trincheras de combate del tamaño que la voluntad, las circunstancias y nuestras propias fuerzas lo provean. Correctamente optamos por la lucha desde la clase trabajadora, mediante un partido o corriente; convencidos de la justeza de nuestra causa y afianzando día tras día nuestra contradicción frente a las ideologías anacrónicas del mundo.
Con la juventud que nos abraza, aspiramos hacer de cada joven un hombre nuevo, que se permita ser poeta, artista y realizador sin egocentrismo. Un sujeto de expresiones múltiples e inagotables, dotado de un elevadísimo sentido del honor y de la ética. Alguien que por su valor intrínseco se libere del yugo mental y material de la explotación capitalista. Inmersos en el estudio y el trabajo, andamos de Quijotes por el mundo, luchando por hacer realidad la plena libertad de todos los explotados, apoyados siempre en el socialismo científico.