
Fue el obispo británico Williamson, quien sostuvo que “no fueron seis millones los judíos muertos por los nazis sino entre 200 mil y 300 mil”, y negó la existencia de cámaras de gas en los campos de concentración nazis, como Auschwitz, por ejemplo. Todo esto ocurrió hace más de dos semanas, pero la discusión –en especial en Alemania– no amaina sino que adquiere cada vez más fuerza, con la reacción de cientos de feligreses que renuncian a seguir perteneciendo a la Iglesia Católica, y declaraciones de obispos, curas, teólogos y decanos que censuran abiertamente al papa Ratzinger. Sí, en Alemania, cuyo pueblo llevará siempre la carga del genocidio hitlerista.