Acabo de leer que el 21% de nuestros jóvenes no utilizan métodos anticonceptivos. ¿Cómo es posible entonces, que ante este pasotismo, nuestro Gobierno quiera poner una ley del aborto en la que a partir de los 16 años puedan abortar sin permiso? Tienen toda la información y todos los medios a su alcance para no quedarse embarazadas, y, sin embargo, «pasan» de todo, porque luego ya les solucionarán el problema sus padres, el Gobierno o quien sea. Les pasan decurso sin aprobar; si estudian, viven a costa de los padres; y si trabajan, se gastan todo en salidas, viajes y caprichos y siguen «viviendo» en casa a costa de los padres hasta los treinta y pico.
¿Qué les enseñamos? Que serán ricos y famosos, no si estudian y se esfuerzan, sino si van a la tele y cuentan sus miserias. ¿Para qué esforzarse entonces? Estamos creando una generación sin valores que en el futuro nos pasará factura. Aunque a veces pienso que quizá a los que gobiernan el mundo les interesa que proliferen los títeres y las marionetas para seguir mangoneando a sus anchas.
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