Al lado de una función democrática, por la confrontación de los argumentos, la expresión pública, la expresión de un público, llena también una función identitaria: la de afirmarse ante los demás.
Para la expresión de públicos alejados, la identidad es a menudo un resorte de esta expresión pública. Ella es el resultado de una brecha entre la imagen proyectada por el grupo y la imagen que el grupo tiene de sí mismo. Estigmatizado, un grupo busca apropiarse de este estigma e invertirlo, o por lo menos hacer de él un recurso identitario que pueda ser movilizado.
La expresión ciudadana nos remite aquí a un reconocimiento de las personas (individual y colectivo). Las capacidades de Internet para proyectar esta reivindicación de identidad también la convierten en una tecnología que construye un vínculo social.
No hay comentarios:
Publicar un comentario