LA SEXUALIDAD EN EL TERRENO MAS FERTIL PARA CONOCER EL ALMA HUMANA

La polémica autora de 'Diario de una ninfómana' participó ayer en el curso universitario de sexología y educación

En el ojo del huracán. Así puede definirse la actitud de Valèrie Tasso, autora de los best sellers 'Diario de una ninfómana' y 'Antimanual de sexo'. Sin complejos, directa y con la franqueza de admitir que ejerció la prostitución de alto standing «como forma de conocerme y de reconciliarme con el sexo masculino», la sexóloga pronunció ayer una conferencia dentro el curso 'Sexología y educación, teoría y práctica' que organiza en Avilés la Universidad de Oviedo.

-¿Cómo valora un curso como éste, que aborda el sexo como disciplina académica universitaria?

-La verdad es que creo que estas iniciativas son imprescindibles, y valoro esa aproximación académica de modo muy positivo.

-¿Cree que todavía es tabú hablar de sexo sin pelos en la lengua y más cuando lo hace una mujer?

-No, ese tabú no existe ya. Lo que sí sigue siendo algo oculto es el sexo mismo. La gente habla de sexo, y eso es positivo, pero el problema es saber lo que se dice, que es muy diferente.

-¿De qué forma surge un libro como 'Diario de una ninfómana'?

-Es una forma de protesta contra la doble moral existente en el mundo occidental sobre el sexo y las mujeres. Tiene un gran componente irónico, empezando por el título, que evidentemente es muy impactante. Puede parecer provocativo, pero si no hay detrás un espíritu crítico, esa provocación no existe. Por eso creo que ha sido muy malinterpretado.

-De hecho, en ese libro narra su vida en pareja con un maltratador y su experiencia como prostituta de alto standing, lo que parece terreno vedado para una mujer...
-Yo creo que lo esencial era dar la cara, y sobre todo no ocultar nada.

Evidentemente, despierta más expectación el hecho de que sea una mujer quien escribe sobre estos temas. Yo he preguntado por el equivalente masculino a 'ninfómana' y casi nadie sabe responder. El libro nace como una forma de luchar contra los estigmas de la doble moral. Conozco muchos escritores que hablan en términos mucho más duros sobre el tema, pero que no han llegado a publicar sus libros.

-Pero no puede negar que es difícil de digerir que reconozca haber ejercido la prostitución. ¿Eso no le ha acarreado problemas?

-Voy a poner los puntos sobre las íes. Yo nunca he hecho proselitismo de la prostitución. Aclaro esto porque de mí se han dicho auténticas barbaridades. Ejercí la prostitución de modo libre, como forma de conocerme, y también es cierto que me sirvió para reconciliarme con los hombres tras la experiencia del maltrato. Lo importante es que con el sexo se ve a la gente quitarse la careta, y se muestra tal cual es, con toda la vulnerabilidad. Uno se siente más cerca del ser humano por esa carga de sinceridad. Y sobre mí, tuve el temor de que escribir un libro como este supusiese mi muerte social. Por suerte, no ha sido así.

-Respecto al maltrato ¿qué puede decir a las mujeres que lo sufren?

-Es un tema muy complejo. Estoy harta de que se hable de violencia de género, porque en esta sociedad patriarcal hay muchos hombres maltratados, y los que lo reconocen no suelen ser tomados en serio. De todas formas, la mujer maltratada debe huir y denunciar al agresor tan pronto como pueda, aunque en muchos casos vuelve a hacer vida en pareja con alguien que la denigra y agrede. Es, insisto, mucho más complicado de lo que puede verse en los medios.

El motor del mundo

-Sexo, erotismo, pornografía y poder ¿son facetas distintas de una misma cosa?

-Habría que matizar cada término. El erotismo es el sugerir, invitar a la imaginación. La pornografía es lo explícito, lo presente, un mundo en el que ni siquiera los actores necesitan un personaje, un caso de imaginación cero. Y el poder es el sexo en global, que pretende dominar y controlar todo lo demás. En ese terreno, el miedo es otro elemento más.

-¿A qué se refiere con esto último?

-A que una mente sin información y con miedo es muy fácil de controlar, y la sexualidad es el terreno más fértil para conocer el alma humana. A partir del momento en que no educas a la gente a nivel sexual, creas un ser temeroso, y no hay nada más fácil que poder manejar a la gente con miedo.
-Por último ¿cree que el sexo es lo que mueve al mundo?
-En gran parte, puede decirse que sí, sin duda.