1. ¿SON CRISTIANOS LOS LLAMADOS CRISTIANOS?Si se consigue en estas líneas levantar al menos la sospecha de que el anticristo reina en las iglesias y que estas no son más que sus instrumentos, estaremos abriendo una nueva ventana. En este trabajo se señalarán dos obras fundamentales para ampliar a fondo lo que hablamos.
Algunas personas al leer el título de este artículo pueden sorprenderse, pues, ¿existe el anticristo? Y de existir, ¿dónde tiene su sede ?...
He aquí algunas de las preguntas por las que podemos comenzar a adentrarnos en el tema y que nos llevan necesariamente a otras como: ¿Son cristianas las iglesias que afirman serlo?... O: ¿Es en alguna de estas donde se encuentra especialmente la sede del anticristo? Porque es común pensar que el anticristo ha de venir y que sería enemigo de las iglesias cristianas. Y en esa línea de pensamiento, ¿acaso no es también algo común pensar que catolicismo y cristianismo son dos conceptos inseparables? ¿No es común asimilar la palabra “cristiano” igualmente a protestantes, ortodoxos, y a otras iglesias?... ¿No forma parte de nuestro bombardeo secular, incluso por parte de intelectuales de izquierda, ateos, musulmanes y medios de comunicación afirmar que catolicismo y cristianismo son sinónimos y que las iglesias cristianas no católicas vienen a ser, al fin y al cabo, versiones menores, pero igualmente cristianas de su madre original vaticana?...Pero ¿es así? ¿Son estas iglesias, cualquiera que sea su apellido, realmente lo que dicen ser,o cristianismo es otra cosa? El objeto de este trabajo es justo intentar demostrar que cristianismo es otra cosa; que las iglesias que se dicen cristianas son tan opuestas a Cristo como los gobiernos que se dicen demócratas lo son del concepto de democracia.
Hablando en general,podemos afirmar que todo lo que tiene que ver con la realidad más profunda de nuestras vidas (quiénes somos en verdad , qué alcance real tiene lo que sentimos pensamos y hacemos y qué tiene todo estocon el resto del Cosmos) ha sido adulterado y convertido en un sucedáneo perverso para que determinadas élites de poder, ambiciosas y sin escrúpulos, vivan a costa del prestigio de aquellosque dicen servir o representar con el mayor de los cinismos. Si en el caso de los inexistentes gobiernos comunistas, o de nuestras irrisorias democracias es algo más que evidente ese elitismo de poder cínico , todavía resulta más escandaloso en la Iglesia católica o en cualquiera de sus iglesias hijas que dicen representar o tener algo que ver con Dios o con Cristo.
2. IGLESIAS BAJO SOSPECHA
La primera sospecha de que algo no está en orden nos surge precisamente al ver tanta división entre cristianos. ¿Por qué esta división? ¿No es el mensaje de Cristo igual para todos los hombres?..¿Serán unas iglesias más cristianas que otras? ¿O será que ninguna de ellas lo es? Veremos.
Soy consciente de lo difícil que resulta denunciar todo lo que durante dos milenios se ha ido construyendo con meticulosidad de relojero y a golpe de concilios, dogmas, leyes, intrigas, manipulación doctrinal, espada guerrera y persecución inquisitorial en materias de fe, pensamiento y costumbres que acabaron por calar en el corazón de generaciones y generaciones para acabar por beneficiar a los gobiernos, las iglesias y a los poderosos en general. Porque debe quedar claro que estas sonlas iglesias de los poderosos, y estos la sirven protegen y mantienen con nuestros impuestos.Y aunque es imposible relatar con lupa todos los desvaríos que alejaron de Cristo a los que sin pudor alguno siguieron llamándose cristianos, a pesar de haber vendido su alma, como en el caso de tantos Papas, al menos sí podemos apuntar las líneas maestras que los ha conducido a convertirse en abiertos enemigos del Redentor, tal como sucede hoy con el Estado Vaticano y sus jerarquías. (Aunque lo mismo podemos decir de todas las otras iglesias).
El Estado Vaticano es ya por sí mismo una aberración, pues ¿acaso Cristo organizó Iglesia alguna, siendo anticlerical como era y es? Todo eso no es más que una manipulación de Sus palabras, un invento pueril pero perdurable, para justificar la existencia de la Institución Iglesia de la que luego se derivarían las demás.
¿Acaso Cristo habló en algún momento de formar Estados cristianos, como lo es el Vaticano, con sus guardias armados, sus negocios multimillonarios y sus embajadores políticos para intrigar en todos los países del mundo? Si hubiese querido eso, se hubiera manifestado como un poderoso líder político dispuesto a levantar contra el Imperio romano a las masas judías sometidas para ser un rey de este mundo como fue y es cualquier Papa. Sin embargo lo que dijo fue todo lo contrario:”Mi Reino no es de este mundo”.
3. LAS IGLESIAS, CONTRA CRISTO
Y seguimos preguntando:
¿Acaso Cristo habló de la necesidad de espiar, perseguir, depurar y silenciar a los disconformes con la política y creencias de las iglesias?... No se conoce en toda la historia mayor persecución y caza al disidente de una corriente política o religiosa que la llevada a cabo por el Vaticano contra los que intentan seguir a Cristo, incluso en la actualidad, como sucede en Alemania con los cristianos originarios. La Inquisición sigue actuando, y para eso está la Congregación para defensa de la fe presidida por el Papa actual hasta que fue nombrado Presidente de la IglesiaCatólica.
¿Acaso Cristo no habló con toda claridad de libertad, tolerancia, respeto y no violencia? ¿No dio ejemplo con su vida de todo ello, mostrando que el camino espiritual era cumplir los Mandamientos, rezar y trabajar?... ¿Dónde está la Iglesia que los cumple? ¿Qué eclesiástico trabaja?...Cristo fue carpintero y un hombre sencillo del pueblo. ¿No predicó contra la ociosa y farisaica casta sacerdotal? Entonces, ¿por qué existen tantas así y además enfrentadas entre ellas?...¿Dónde se encuentran los valores cristianos en las iglesias? Ninguna de ellas se declara ecologista, ni pacifista, ni llama al respeto a la vida animal, ni clama contra las guerras (pues se admite lo que llaman “guerra justa”), ni renuncia a favor de los pobres a las riquezas acumuladas por siglos de expolios y manipulaciones de conciencias, ni se posiciona jamás a favor de los pueblos, pero lleva bajo palio a criminales fascistas.
En cambio da títulos de santo o llama a venerar como tales a emperadores clave como Constantino y Carlo Magno, responsables de innumerables crímenes, lo que no impidió al primero convocar el Concilio de Nicea donde este “santo” estableció la iglesia degenerada como religión estatal, ni al segundo ser considerado el " Padre de Europa". Y si queremos ampliar más el círculo de los supuestos santos criminales podemos hablar de muchos de los que participaron en las Cruzadas y obtuvieron tal título, o del Papa León X, que actúo como un inquisidor contra los maniqueos, y fue hecho santo después del asesinato de quienes tenían otras creencias, como se nos recuerda en el tomo 2 , pag, 62, de ¿”Quién está sentado en la silla de s. Pedro?”
Deben saber los lectores que los obispos, y, por supuesto, el obispo de Roma llamado Papa, nacieron como administradores y contables de los bienes de las comunidades cristianas originarias, pero poco a poco, y a medida que las costumbres paganas se fueron introduciendo en el seno del cristianismo naciente por medio de ideólogos como lo serían s. Pablo y otros, aquellos contables fueron corrompiéndose y adquiriendo más y más prerrogativas de control y poder hasta ser aceptados como interlocutores válidos para establecer alianzas con el Imperio romano. Alianzas que ya nunca dejaron de existir hasta hoy mismo entre los estados mundanos convencionales y el estado mundano Vaticano.
En el libro ¿”Quién está sentado en la silla de s. Pedro?” podemos leer al respecto: “Esos administradores eran llamados “episkopoi”, los vigilantes o inspectores. De esta palabra derivó el nombre de “obispo”.También estaban los ancianos, los “presbiteroi”, de lo que surgió la palabra “sacerdotes”.
Vemos que: aquellos que principalmente ejecutaban tareas externas,quienes más adelante fueron llamados sacerdotes y obispos, fueron los que ocuparon el poder en la comunidad, y las otras tres tareas, la de los profetas, maestros y sanadores, tareas incomparablemente más importantes para la vida de la comunidad original fueron eliminadas ” como cuando un cuclillo tira los huevos fuera del nido.”… Y continúa con la siguiente pregunta: “¿Quién propuso esto?...En el año 117 d.C., un cierto Ignacio de Antioquia dijo: “Seguid todos al obispo como a Jesucristo” y a los presbíteros (los sacerdotes) como a los apóstoles”.(Cita tomada de “ Carta a los cristianos en Smyrna, del libro “La superposición romana en el cristianismo”, de Bárbara Eisenbliss)
Y más tarde se dijo: “Dejad a los obispos que sean vuestros soberanos y consideradlos como vuestros reyes; rendidles tributo como a un rey, puesto que ellos y los que están con ellos deberán ser mantenidos por vosotros”,(cita de Ordascalia 9, en el libro de Karen Jo Torjesen “Cuando las mujeres aún eran sacerdotisas”).
No hay más que ver el desarrollo de los acontecimientos para darnos cuenta de cuán en serio fue tomado todo esto por los dirigentes eclesiásticos primero católicos y luego los que se fueron separando utilizando el nombre de cristianos, imitando en todos esos aspectos a las jerarquías católicas ,pero no a Cristo.
4. UNA IGLESIA CON MUCHOS CRÍMENES
Así es cómo a partirde un grupo de iniciados por el Hijo primogénito de Dios, que vino a este mundo a enseñarnos el camino de vuelta encarnado en un carpintero justo y sabio, se descolgaron pronto unos cuantos que formaron una secta y fueron tomando poder y ascendiente social conforme se alejaban de las enseñanzas originales de su Maestro y ocultando las enseñanzas de sus orígenes que molestaban para su desarrollo. Esta secta, que conocemos como Catolicismo, siempre consideró como enemigos peligrosos a aquellos que defendían la pureza doctrina loriginaria. Así, persiguieron a todos los que enseñaban la reencarnación, negaban a las castas sacerdotales su función de intermediarios espirituales, practicaban la comunidad de bienes, el vegetarianismo, afirmaban la igualdad entre sexos y razas, y eran pacifistas. Y en esto están todavía hoy bajo otras formas. En la Edad Media seguirían ardiendo las hogueras para estos herejes.Hoy se les calumnia, se les boicotean actos, se les niegan derechos sociales y se les intenta marginar socialmente como sucede en Baviera.
Y aunque no cabe en este trabajo detallar las muchas persecuciones y crímenes que se cometieron por todo tipo de fanáticos del poder religioso, como la conversión forzosa de los indios del Nuevo Mundo, las Cruzadas, o la Inquisición, cualquiera que conozca un poco la historia de la iglesia católica puede ver la persecución a muerte hasta el exterminio total (mujeres y niños incluidos) llevada a cabo contra los cristianos cátaros en Montsegur, Francia,así como contra otros grupos como los bogumilos y todo disidente, incluidos obispos como Osorio, uno de los “Padres de la Iglesia “que defendió la reencarnación que Cristo predicó. Y finalmente fue la Inquisición la encargada de llevar a cabo sistemáticamente durante siglos lo que ya era una costumbre de la corte faraónica de los papas: la persecución a muerte de los que podían desenmascarar sus aberraciones doctrinales y su modo de vida .Así sabemos de las persecuciones contra místicos, pensadores y científicos de todos los tiempos que ponían en duda los dictados de Roma.
El alemán Karlheinz Deschner ha dedicado largos años de investigaciónpara escribir su obra “Historia criminal del cristianismo”, fácil de encontrar en Internet buscando por el título. En 9 tomos, da Deschner una cumplida información sobre todos los crímenes, violaciones,vida desenfrenada, adulterios, incestos, prostitución, sodomía, ritos satánicos, asesinatos selectivos y persecuciones entre otros actos repugnantes, llevados a cabo por muchos Papas a lo largo de la historia. Recomiendo esta obra, junto a la anteriormente mencionada “ ¿Quién está sentado en la silla de s. Pedro?”, editada por Vida Universal (www.vida-universal.org) para quienes deseen documentarse con mayor profundidad sobre cómo el cristianismo ha sido usurpado por las iglesias y cómo lo que se conoce como tal sólo existe en pequeños núcleos diseminados por el mundo y esperseguido y/o ninguneado por ambas iglesias –católica y luterana-actualmente en Alemania- con la colaboración de los políticos y medios de comunicación ultraconservadores. No es extraño: estas iglesias impostoras, amigas de golpistas, millonarios, fascistas, y mafiosos, no pueden soportar que vengan otros a desenmascarar sus mentiras doctrinales, sus imposturas reales y sus crímenes sexuales tan frecuentes contra niños y niñas, sus hipocresías, su doble moral, su vida principesca de zánganos ociosos y refinados y su permanente apoyo a todo tipo de fuerzas oscurantistas.
Más de uno es posible que comprenda que es perfectamente legítimo ser ateo del dios falso al que estas iglesias rinden culto y ajenos al cristo de cuerpo muerto que tanto gusta de exhibir el anticristo del Vaticano como trofeo público de una supuesta victoria contra nuestro Redentor. Claro está que ni Dios ni Cristo están en ninguna de esas iglesias, ni en sus templos de piedra ni en sus ritos y ceremonias, ni mucho menos con el Papa o sus otras jerarquías, sino en el interior de nuestras almas, allí donde ninguno de los esbirros de la oscuridad a los que estas iglesias veneran tiene acceso, a no ser que nosotros seamos como ellos y les demos cobijo y energía.
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