DIVERSIDAD Y NO DISCRIMINACION

La cultura, en su rica diversidad, y en la no discriminación posee un valor intrínseco tanto para el desarrollo como para la cohesión social y la paz. Siendo una fuerza motríz del desarrollo, no sólo en lo que respecta al crecimiento económico, sino como medio de tener una vida intelectual, afectiva y espiritualmente más enriquecedora.

El respeto a la diversidad y la no discriminación es un componente indispensable para reducir la pobreza del espíritu y alcanzar metas de desarrollo sostenible en el tiempo gracias exclusivamente, porque de estos valores se desprende el respeto, el trabajo, el crecimiento, la valoración del hombre (en sentido genérico), la tolerancia, la pluralidad, y el ser hombres libres.

Una sociedad basada en los valores antes mencionados no solo crece, sino que reafirma el fin del ser humano que consiste en tener y establecer una verdadera y profunda relación con la naturaleza, con el TODO.
El respeto a la diversidad y la no discriminación son por lo general característica de los hombres libres, de aquellos que han comprendido que la vida es solo un “chasquido de dedos” en el tiempo del gran universo; la valoración de la diversidad contribuye al dinamismo social y económico, factores positivos en la promoción de la gobernabilidad, la cohesión social, el desarrollo humano, los derechos humanos y la coexistencia pacífica en la tierra.

En su sentido más amplio, la cultura abarca una gran variedad de características, raciales, étnicas, sociales, género y espirituales, por nombrar sólo algunas, que ayudan a definir la identidad de un grupo, una comunidad o un país. El respeto a la diversidad y la no discriminación tiene profundas repercusiones en la sociedad y los derechos humanos, y cada vez más se la percibe como un factor importante del desarrollo.

El respeto y la valoración de nuestra diversidad (todos somos diferentes) deben ser un factor de cohesión que fortalezca el tejido social e impulse el desarrollo de nuestras comunidades, nuestras ciudades y por ende al país. No existiendo esta, las comunidades se encierran en sus ghetos, nace el prejuicio, la intolerancia teje sus redes, la libertad tiene su espacio limitado, el respeto se desvaloriza, una sociedad puede fácilmente llegar a la ingobernabilidad.

En este plan de acción, debemos promover y preservar el concepto diverso y la no discriminación, cualquiera sea… estamos hablando de mundos, de visiones de vida, de culturas.

Con una visión basado en el respeto, la tolerancia y la pluralidad comenzaremos a vislumbrar y sentir que un mundo mejor es posible; que la vida no es lo que nos enseñaron, sino aquello que se fue construyendo del destierro de las miradas confusas y burlonas; un mundo mejor es posible cuando podamos entender que todos somos necesarios, nadie sobra en esta cadena de amor y de vida.