A LAS PUERTAS DEL FUTURO

Miles de jóvenes han acabado hace poco más de un mes su etapa escolar. Despedidas, emociones, nuevos retos que afrontar. Dos años en bachillerato donde cada nota era un triunfo o un fracaso y, por fin, la ansiada barrera de la Selectividad, fácil de superar pero algo más complicado de llegar a los puestos de honor.El mejor verano para todos esos estudiantes ha comenzado. Sin preocupaciones, tan solo con ese gusanillo de ir a un mundo nuevo en el que pasarán por lo menos los próximos cuatro años. Verano, playa, descanso. O no. Ayer se publicaron las notas de corte en las universidades de España y gran parte de esas caras felices y risueñas se tornaron en lágrimas y decepción.

Tal vez sea injusto que un mes después de hacerse ilusiones tantos jóvenes hayan visto truncadas sus aspiraciones porque su nota no llega a la media pedida por su universidad. De todas formas, creo que tampoco es de recibo cargar todas las culpas sobre las instituciones universitarias, ya que dos años en el colegio más la oportunidad de hacer una buena selectividad, es tiempo más que suficiente como para alcanzar una nota media más que aceptable.

Por lo tanto, esos lamentos tienen fundamento por verse rotas las ilusiones de tantos, pero todos esos que ahora ven tan negro su futuro deberían haberse puesto las pilas antes, haber mirado hacia delante con perspectiva y haber cambiado de planes los fines de semana, dejando de lado los botellones y haciendo más caso a los libros y apuntes.