TURISMO SEXUAL

Según cifras de la Organización Internacional de Migraciones y Turismo cada año se producen más de 600 millones de viajes turísticos internacionales, de estos un 20% buscan sexo fácil -que no seguro-, desconozco si históricamente este ha sido un motivo principal en las decisiones de viajeros por el mundo, de cualquier manera en muchos de los destinos más exóticos tiene su morbo explorar como cada cultura vive y practica aquello de las sensaciones y los placeres.

Bien, últimamente he encontrado acepciones específicas al tema que hoy traigo, las agencias de viajes ofrecen paquetes “todo incluido” con contenidos inimaginables... Jamaica y sus playas nudistas han sido desde siempre un destino para quienes buscan este objetivo. No se ilusionen amigos lectores con que hoy vaya a presentarles un “directorio” de posibles destinos. No, la alegría, si es que cabe, se termina acá.

Las alarmas se encienden cuando los anuncios atraen con “productos” inconcebibles, pequeños inocentes, chiquillos que no alcanzan a dimensionar de lo que son objeto. Un 3% de aquellos que buscan sexo en sus viajes confiesa tendencias pedófilas, esto supone más de 3 millones de personas que viajan por el mundo buscando sexo con niños. El turismo sexual con menores es un fenómeno que aflige generalmente al mundo en desarrollo y se ha desplazado del sudeste de Asia hacia América Latina, en un proceso facilitado por una legislación permisiva y altos niveles de corrupción. América Latina, tristemente, se ha convertido en destino preferente para estos fines.

No es una cuestión de fácil explicación ya que es un problema con muchas variables. En cada país existen diferentes condicionantes que lo promueven. En Colombia la violencia, el narcotráfico y el desplazamiento incentivan la explotación sexual de menores. En México, se da el fenómeno de “playa, tequila y sexo con menores”, allí existe preocupación por un problema creciente y por la ineficacia de las medidas adoptadas para combatirlo. En Centroamérica, el problema crece en forma alarmante y muchos "turistas sexuales" en el mundo desarrollado recomiendan abiertamente visitar esta región.

Según datos del Fondo de Naciones Unidas para la Niñez (UNICEF) y de la Organización Mundial del Trabajo cerca de dos millones de menores en todo el mundo están involucrados en prostitución infantil y de estos el 50% aproximadamente son menores latinoamericanos. Se trata de un mercado que mueve miles de millones de dólares anualmente y, por lo mismo, se convierte en un delito muy difícil de combatir.

Cruel mercado este que promueve la prostitución, la esclavitud y el abuso infantil, cuyas consecuencias son desgarradoras, ya que se trata de niños que si no pagan con sus vidas, lo hacen con crueles enfermedades físicas y dolorosos traumas sicológicos de difícil reversión.