UN 80% DE LA POBLACIÓN CREE QUE LA IGLESIA NO DEBERÍA INFLUIR EN POLÍTICA

Un 75% se declara católico, pero sólo uno de cada cinco va a misa.
Un 80% de la población cree que la Iglesia no debería influir en política.

Un ochenta por ciento de los españoles considera que la Iglesia católica “no debería influir” en el signo del voto de los ciudadanos ni en ninguna cuestión política, según un informe elaborado por el Ministerio de Justicia y presentado esta semana durante uno de los cursos de verano que la Fundación Pluralismo y Convivencia organiza en El Escorial (Madrid). Además, casi la mitad de los encuestados manifestó que el Estado no debería ayudar económicamente a ninguna confesión religiosa. Aunque un 75,3 por ciento de la población se declara culpable, solo uno de cada cinco acude a misa con frecuencia. Casi la mitad de esos supuestos católicos no pisa nunca una iglesia.

Cada vez es más grande el número de personas que se muestra crítica con la Iglesia católica. Según un informe realizado por el Ministerio de Interior y recogido por el diario Público, un 48,8 por ciento de los encuestados manifestaron que el Gobierno no debería ayudar económicamente a ninguna religión, frente al escaso 17,6 por ciento que cree que solo debería financiar a la Iglesia católica, o el 24 por ciento que opina que debería aportar fondos a todas las confesiones.Católicos, pero no practicantes

Aunque sigue habiendo una mayoría de ciudadanos que se declaran católicos (un 75,3 por ciento de la población), lo cierto es que apenas uno de cada cinco dice acudir a la iglesia a menudo, y un 46,7 por ciento reconoce que no va nunca a misa. Según el sociólogo Alfonso Pérez-Agote, uno de los autores de este estudio, “a partir de los años 90 los españoles han desertado de la religión católica y ha aumentado el número de ateos”. La situación es más evidente aún entre los jóvenes, que “empiezan a definirse, de forma muy elevada como ateos, agnósticos o indiferentes”.

Sin influencia en la política

Además, la mayoría de los encuestados se mostró también muy crítica con la influencia de la jerarquía católica en política. Ocho de cada diez ciudadanos opina que la Iglesia “no debería influir” en el voto de sus fieles, y un 81 por ciento cree que las autoridades religiosas no deberían influir en ningún tipo de asunto político. Para un 68,8 por ciento además el clero no debería tomar parte en las decisiones del Gobierno.

El mismo trato constitucional para todas las religiones

El estudio también se ha interesado por el papel que, en opinión de los ciudadanos, debería ocupar la religión en la Constitución. Un mayoritario 48,2 por ciento cree que la Carta Magna debería dar el mismo trato a todas las confesiones, frente el 23,1 por ciento que opina que la confesión católica debería tener un trato especial. El 18,3 por ciento, por el contrario, considera que la católica debería establecerse como la religión oficial del Estado.